EL BRONCEADO ARTIFICIAL
El bronceado artificial y sus riesgos
Las cabinas de bronceado han sido incluidas en el grupo de factores causantes de cáncer. El autor hace un repaso sobre los pros y contras del bronceado artificial, describiendo los usos, normas y consejos, y proponiendo “alternativas saludables" |

Finalmente, las cabinas de bronceado han sido incluidas en el grupo de factores causantes de cáncer que elabora la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), la principal organización no gubernamental dedicada a evaluar las evidencia.
Las cabinas de bronceado han sido incluidas en el Grupo 1, siendo que:
- En el Grupo 1, los agentes listados son carcinogénicos para los humanos
- En el Grupo 2, los agentes son probablemente carcinogénicos para los humanos
- En el Grupo 3, los agentes son posiblemente carcinogénicos para los humanos
- En el Grupo 4, los agentes no son clasificables como carcinogénicos para los humanos
- En el Grupo 5, los agentes son probablemente no carcinogénicos para los humanos

Además, la exposición solar en general y la radiación ultravioleta en particular, aportan beneficios sobradamente conocidos en la mente y en el cuerpo.
En la mente porque es indudable que la luz es un estímulo fundamental de nuestros ritmos fisiológicos circadianos, y juega un papel primordial en la regulación de nuestro estado de ánimo. En el cuerpo porque, por ejemplo, la radiación ultravioleta es necesaria para sintetizar la vitamina D, imprescindible en el metabolismo del calcio que garantiza el estado de nuestro esqueleto óseo.

Estos efectos negativos son tales que, aún a riesgo de reiteración, la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (SEMCC) no puede por menos que realizar algunas recomendaciones a las personas que, a pesar de todo, deseen utilizar las cabinas de bronceado:
En primer lugar, deben asegurarse de que están utilizando equipos homologados y adecuadamente revisados conforme a la normativa vigente: Real Decreto 1002/2002, de 27 de septiembre, por el que se regula la venta y utilización de aparatos de bronceado mediante radiaciones ultravioletas.
- Es necesario recordar que existen equipos médicos de rayos ultravioleta que se utilizan con buenos resultados para tratar algunas afecciones cutáneas como la dermatitis y la psoriasis. Esos tratamientos han de realizarse bajo control facultativo y en centros médicos homologados, y no en establecimientos comerciales de bronceado ni en casa con camas solares para uso doméstico.
- Se prohíbe la publicidad que haga alusión a efectos beneficiosos o curativos para la salud del bronceado artificial.
El uso lámparas de rayos UVA se desaconseja en mujeres embarazadas, y está contraindicado en menores de 18 años, en personas con pieles claras (fototipos I y II) o con muchos lunares o pecas. También, sin previa consulta a su médico, en personas que hayan padecido o padezcan alguna enfermedad cutánea; que estén tomando alguna medicación (existen fármacos fotosensibilizantes), o que estén realizando algún tratamiento cutáneo, médico o cosmético.
- Al usuario se le deberá informar, por escrito, de los riesgos de uso y firmará un documento conforme así ha sido.

Si aparecen ampollas y, sobre todo, ante cualquier lesión cutánea sospechosa, prioritariamente:
- si aumenta de tamaño
- si produce dolor o picor
- si cambia de color o de forma
- si tiene costras o sangra
En este punto, que en modo alguno pretende ser alarmista y sí realista, conviene recordar lo que dijimos al principio: el bronceado favorece y está de moda.
Nuestros pacientes quieren prevenir y tratar el envejecimiento cutáneo, y utilizamos la bioestimulación con factores de crecimiento autólogos, los peelings, los implantes, el láser, la radiofrecuencia, etc. Pero al tiempo desean en su piel esa clásica coloración marrón-bronce.

La más convincente, aprobada por la FDA y avalada por la Skin Cancer Foundation, es la utilización, en aplicación directa sobre la piel, de la dihidroxiacetona (DHA), producto incoloro que se obtiene de la remolacha y de la caña de azúcar.
La coloración de la piel, apenas de la capa más externa (la epidermis, y no toda), se consigue porque la DHA reacciona con las proteínas cutáneas (reacción de Maillard), produciéndose melanoidina, pigmento de color pardo y no anaranjado como el de otros productos. Siendo que la DHA actúa en la capa córnea, la más superficial de la epidermis, una homogeneización y un buen estado de la misma resultan aconsejables, por lo que se recomienda la realización de una exfoliación (peeling superficial) antes de su aplicación.

El efecto dura unos 10-15 días, justo el tiempo que tarda en renovarse la capa córnea. Las sesiones pueden repetirse, sin límite, cada 8-10 días; la sesión apenas dura unos minutos, y el paciente continúa su vida normal. El producto no mancha la ropa.
Por último, la DHA proporciona una pequeña protección contra los rayos UVA, y sin embargo, pese a que la piel adquirirá un aspecto bronceado, se deberá realizar una adecuada protección solar para evitar los ya descritos efectos nocivos.
INFORMA SACADO DE BEAUTY MARKET
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