domingo, 19 de febrero de 2012

LA CUTÍCULA CUIDADO CON ELLA

Cuidado con la cutícula!
Uno de los errores más comunes en el cuidado de las uñas es pensar que se sabe todo sobre las cutículas. Esta delicada zona requiere unos cuidados específicos que muchas profesionales desconocen. Protege la salud de tus clientes con nuestra guía de aprendizaje para identificar y tratar adecuadamente las cutículas.

¿Qué es exactamente la cutícula? Aunque pienses que lo sabes todo sobre esta parte de la uña, en realidad hay muchas técnicos que tratan e identifican de forma errónea esta zona. Para ayudarte a resolver todas tus dudas, atiende a nuestra rápida lección de anatomía de la uña. Verás tres partes muy importantes que debes aprender a diferenciar: la matriz ungueal, el eponiquio y la cutícula.

Lo primero que debes identificar es la matriz ungueal, que es la pequeña área de tejido vivo que se encuentra por debajo del eponiquio. Esta parte es la encargada de crear las células de las uñas. Por otro lado, la tarea principal del eponiquio es proteger a la matriz ungueal de cualquier infección y esta función hace que muchas profesionales piensen que el eponiquio y la cutícula es lo mismo, y son partes diferentes de la uña, aunque se sitúan pegadas sobre la matriz. El eponiquio es el área de piel viva que bordea la base de la uña, por lo que es muy fácil de confundir con la cutícula, que es en realidad el tejido muerto que se adhiere a la superficie de la uña. Lo único que diferencia a estas dos partes es que una esta viva (eponiquio) y la otra muerta (cutícula).
Durante una manicura, debemos tener especial cuidado a la hora de tratar el eponiquio. Podemos hacerlo retroceder para exponer a la cutícula y poder eliminarla, pero no se debe colocar ningún instrumento por debajo del pliegue de la uña porque esto puede causar lesiones y provocar una infección.
El cuidado de la cutícula es un elemento importante para cualquier servicio de uñas, pero sólo puede ser eficaz si se hace correctamente. Sigue leyendo para aprender lo que un técnico de uñas debe hacer para realizar un buen trabajo con la cutícula.

Eliminación de la cutícula paso a paso

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Tras quitar el esmalte o el producto de la superficie de las uñas, comienza preparándolas mediante la aplicación de removedor de cutícula y luego remoja las manos en agua tibia mezclada con un producto indicado para suavizar la piel y las cutículas. Después de unos minutos, retira las manos de tu cliente del agua y séquelas con una toalla limpia.

2 Elije una herramienta específica para la eliminación de la cutícula. Puedes escoger entre el clásico palillo de naranjo, que es siempre muy eficaz, o bien un empujador de la cutícula de metal con forma de cuchara, que es más fácil de usar. Si optas por un empujador, asegúrate de eliminar los bordes ásperos o filosos con una lima de uñas antes de empezar a trabajar la cutícula, porque ya sabes que lo último que queremos es dañar esta delicada zona.

3 Sostén la herramienta como si fuera un lápiz, sin apretar pero de forma firme. Coloca el borde de la herramienta contra el eponiquio y presiona suavemente para empujarlo ligeramente. El eponiquio debe deslizarse hacia atrás dejando al descubierto la cutícula. Repite estos pasos en el resto de las uñas.

4 Ahora que las cutículas de todas las uñas están expuestas, puedes eliminar el tejido muerto de la lámina ungueal. Si no las quitas en su totalidad, cualquier cutícula restante va a interferir con la adherencia del producto a la uña. De ahí la importancia de eliminar correctamente este tejido muerto.

No utilices pinzas o un instrumento eléctrico para eliminar la cutícula, ya que la fricción puede quemar la piel viva. Respecto a las pinzas sólo deben utilizarse cuando vemos alguna tira de piel muerta alrededor de las uñas. Para eliminarlas correctamente nunca debes tirar del pellejo, debes coger con las pinzas la tira de piel y, sin tirar, cortar el tejido muerto con ayuda de una cochilla afilada, sin alcanzar nunca la parte de piel viva. Debe ser un corte limpio, sin causar dolor y, ni mucho menos, cualquier lesión al cliente.

Ante una herida
Nunca se debe, obviamente, causar daños a un cliente, pero a veces ocurre accidentalmente. En el improbable caso de que cortes la piel a un cliente con tus herramientas, es muy importante que sigas estos pasos:

- Detén el servicio de inmediato. Debemos asumir que el cliente tiene una enfermedad infecciosa y tratar esta afección como tal. Cualquier instrumento que hayas utilizado debe ser retirado, lavado minuciosamente y desinfectado correctamente. Si estás utilizando instrumentos que no se puede desinfectar eficazmente, tíralos a la basura sin dudar.

- Cuida la salud de tu cliente. Invita a tu cliente a lavarse las manos cuidadosamente. Cubre la zona cortada con una tirita para proteger la herida de la exposición. No administres ningún medicamento, pero aconseja aplicar una solución antibacteriana al llegar a casa. Si observas cualquier signo de enrojecimiento o irritación, infórmale de que debe consultar a un médico para descartar cualquier infección.

- Tu salud también es importante. Tira los guantes que estés usando a la basura. Lávate bien las manos y desecha cualquier utensilio que no pueda ser adecuadamente desinfectado.

Nunca se debe seguir trabajando en el dedo que ha sido cortado. Como técnico de uñas, ya debes saber que no tienes licencia para trabajar en las heridas abiertas o llagas. Sin embargo, puedes continuar el servicio en el resto de la mano si los demás dedos están sanos y salvos. Algunas profesionales, prefieren detener el servicio en su totalidad, para poder realizar la manicura completa al día siguiente, cuando la herida ya esté cerrada, pero eso es una elección que dejamos en tus manos.


GLOSARIO
- Matriz ungueal: Es la parte de la uña que se esconde debajo del eponiquio y de la cutícula. De ella, emanan las células (queratina) que forman la uña, por lo que su correcto cuidado es sumamente importante.

- Eponiquio: La zona de piel viva que bordea la base de la uña y, por lo general, cubre toda la matriz ungueal, con excepción de la lúnula.

- Cutícula: Capa delgada de tejido incoloro y muerto entre el eponiquio y la placa de la uña. Este tejido muerto se adhiere a la uña formando un sello o barrera que evita que la suciedad y los residuos penetren y dañen la zona de la matriz.


Los PROS y CONTRAS del removedor de cutícula Muchas técnicos de uñas prefieren usar removedor de cutícula para preparar las manos para un servicio de manicura, pero otras consideran que no es necesario. La mayoría de removedores de cutícula contienen hidróxido de potasio o hidróxido de sodio para humectar la zona y permitir la eliminación suave de la piel muerta que se adhiere a la placa de la uña, evitando cualquier traumatismo potencial. Estos productos se deben aplicar durante cinco o diez minutos para ablandar las cutículas adheridas a la superficie de la uña, y son extremadamente fáciles de usar. Pero como ocurre con todo lo bueno, existen algunas desventajas. Las posibles complicaciones que generan los removedores de cutícula son tres: suavizan demasiado la superficie de la uña, pueden fomentar un exceso de eliminación de cutícula y, por último, incrementan la posibilidad de que se produzca una paroniquia (infección bacteriana que causa enrojecimiento e hinchazón de el eponiquio de la uña). La elección depende de ti, pero si eliges utilizar este producto, asegúrate de hacer una prueba en alguna zona de la piel de tu cliente para identificar si se produce alguna reacción alérgica antes de comenzar el servicio
 

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